Ing. Pedro Rivero González
Ing. Pedro Rivero González
Presidente de la Cámara Minera de México
¿Por qué es importante que nuestro país tenga una industria minera con los más altos estándares de sustentabilidad?
En primer término, porque una industria minera robusta es un activo fundamental para cualquier país, ya que esta actividad representa el primer eslabón de las cadenas productivas industriales. En México, aproximadamente 70 sectores productivos dependen de los minerales.
Dentro de los múltiples ejemplos que existen, puedo citar el caso del mineral de hierro, que se convierte -entre muchos otros productos- en acero de barrenación para hacer las perforaciones petroleras que utiliza PEMEX; o la barita, necesaria en un sinfín de procedimientos para separar por densidad el aceite del agua; o qué decir del cobre, utilizado en la fabricación de cables, transformadores o en medidores de luz, indispensables para la infraestructura eléctrica. La industria automotriz es otro de los sectores más relevantes por su impacto económico, utilizando también muchos de los minerales que se producen en el país.
Además, si se materializa la tendencia de trasladar las cadenas de suministro de Norteamérica hacia México, se anticipa que la industria manufacturera requerirá una gran cantidad de insumos de la industria minera.
La minería ha demostrado ser un motor económico significativo, contribuyendo con más de 362,000 millones de pesos en impuestos en los últimos 9 años y generando una derrama económica anual superior a 219 millones de pesos, gran parte de la cual beneficia a pequeñas y medianas empresas mexicanas. Asimismo, es una de las cinco industrias que más aporta al PIB industrial (8.63%) y representa el 4.6% del PIB nacional incluyendo la cadena de valor. Esto resalta su importancia en la estructura productiva del país.
Adicionalmente, existe una gran preocupación a nivel mundial por el cambio en los modelos de producción, distribución y consumo de energía para evitar la emisión de CO2 y que generan un fuerte impacto en el planeta. En ese contexto, se justifica plenamente la intención manifiesta y muy bien justificada de llevar a cabo una transición energética, que no podría implementarse sin el uso de ciertos minerales. Es fundamental destacar que nuestro país cuenta con esa materia prima para el desarrollo tecnológico y la transición hacia fuentes alternativas de energía renovable. Asimismo, es importante resaltar el valor estratégico de tener esos minerales en el país, lo que reduce la dependencia de otras economías para su importación.
¿Cómo logramos que se entienda fuera del sector minero que esta actividad es indispensable para el desarrollo de tecnologías limpias que requieren todos los sectores industriales?
La comunicación es fundamental. Pero también es indispensable aprender a hacerlo de un modo accesible y eficaz a todos los públicos. Hoy en día, por ejemplo, la mayor parte de las personas cuentan con un teléfono celular y es fácil asumir que fue fabricado en China y llegó a nuestras manos por arte de magia, sin saber que en realidad hay una gran cantidad de trabajo atrás, así como una enorme cantidad de minerales necesarios en su fabricación, sin olvidar la investigación y desarrollo que se requirieron para su elaboración. Esta es el tipo de información que debemos transmitir a las diferentes audiencias en todos los niveles posibles.
Por su parte, la Cámara Minera de México (CAMIMEX), ha estado trabajando para informar y sensibilizar sobre la importancia de la actividad minera a los grupos de interés relacionados con este sector, incluyendo la ciudadanía en general y particularmente a nuestras autoridades en los ámbitos legislativo y ejecutivo, haciendo un especial énfasis en aquellos responsables de la regulación en la materia. Es crucial que nos conozcan y estén informados de los aspectos positivos de nuestra industria.
Hoy en día, ¿cuál es la posición de la industria minera en México, comparativamente con otros países en los temas de tecnología y sustentabilidad?
Hacer una comparación con exactitud es complejo ya que todos los países miden el impacto ambiental de maneras distintas; además, es una realidad que México no se encuentra entre los principales productores de dióxido de carbono a nivel mundial.
Sin embargo, sí puedo mencionar que hemos realizado un gran esfuerzo en la conservación de la biodiversidad: gestionamos programas para la protección y conservación de más de 25 especies de flora y fauna, y operamos 9 unidades de manejo ambiental dedicadas a la preservación de especies en riesgo, como el lobo gris, el águila calva, el berrendo, el venado cola blanca, entre otras. Gracias a los esfuerzos que hemos hecho en el sector minero, se ha contribuido a detener su extinción en México y más aún, dichas especies se propagan hoy libremente.
Por otra parte, más del 70% del agua utilizada en los procesos mineros es recirculada, y contamos con 100 plantas de tratamiento de agua en el país. Además, 38% de la energía consumida por el sector proviene de fuentes limpias, lo que demuestra nuestro compromiso con la transición energética.
Adicionalmente, los miembros de la CAMIMEX son responsables de varias décimas de miles de hectáreas reforestadas en México con un índice de supervivencia -que es como lo medimos- que supera el 85%.
En lo que respecta a tecnología, hemos avanzado significativamente. Algunas minas en México ya han implementado automatización de equipos controlados a distancia. Además, se han instalado cabinas simuladoras que permiten a los operadores de maquinaria pesada aprender a manejar los equipos de forma segura y eficiente antes de entrar al campo. La localización de personas vía GPS dentro de las minas se está volviendo una práctica común, garantizando que los trabajadores puedan ser ubicados en tiempo real en caso de emergencias.
La seguridad industrial es otro tema de gran importancia en este sector. Al compararnos con otros países del continente puedo decir que indiscutiblemente nos encontramos entre los países con menores tasas de incidencia en cualquier forma que lo midamos. Nuestros refugios mineros están equipados con la tecnología más avanzada, proporcionando un entorno seguro con los más altos estándares para la protección de los trabajadores en situaciones críticas.
Sin embargo, en términos de competitividad para atraer inversiones, nuestra situación no ha mejorado en comparación con años anteriores. De acuerdo con el Instituto Fraser, que evalúa cuáles son los países con legislaciones más atractivas para la inversión minera, México ha caído 35 lugares de un total de 86, es decir, hoy estamos en el lugar 74 de 86. Para contextualizar, en el 2018 estábamos en el lugar 29. Las mediciones que realiza el Instituto Fraser tienen que ver con la normatividad, el potencial geológico, las relaciones con las comunidades, el acceso a la tierra, lo que indica que nuestra competitividad como país minero en términos legislativos no se encuentra en su mejor momento.
¿Cuáles considera que son las afectaciones más importantes para la industria minera ante las reformas e iniciativas recientes?
Me parece que existen diferentes formas de abordar este tema y diferentes niveles para medirlo. En este momento, lo más importante es que se liberen muchos de los permisos que se encuentran detenidos ante las distintas autoridades. Sin embargo, es cierto que tampoco somos la única industria en México que enfrenta esta situación. Actualmente, nuestra prioridad es trabajar de la mano con nuestras autoridades para que nos reconozcan como lo que realmente somos: Aliados del crecimiento y bienestar de México. Somos una industria que aporta, y que constituye un activo medioambiental indispensable para el desarrollo y crecimiento del país.
¿Cuál es el riesgo de no reactivar en el mediano plazo el otorgamiento de las concesiones mineras?
La minería funciona en ciclos más largos que otras industrias. De cada mil proyectos que evaluamos, es probable que solo uno logre convertirse en mina y aunque eso está ligado en una primera etapa con el potencial geológico, también se relaciona con el acceso a la tierra, las reglamentaciones medioambientales, la situación con las comunidades, entre otros factores. Para que la minería se desarrolle, es fundamental que todos estos aspectos incidan de manera positiva. Entonces, si la exploración se detiene -como ha estado sucediendo en los años recientes- el resultado a mediano plazo será una disminución significativa en la actividad y producción minera. Desafortunadamente, esto ya está sucediendo y afecta especialmente a las PYMES que proveen de servicios de acarreo, perforación geológica y otros servicios para las empresas mineras, las cuales se han visto obligadas a reducir o incluso cerrar sus operaciones debido a la falta de permisos.
Actualmente, las empresas continúan trabajando en los proyectos de las concesiones ya otorgadas y estamos comprometidos en mantener el diálogo con nuestras autoridades y las comunidades para construir juntos una historia de éxito.
¿Cómo se ha coordinado la CAMIMEX con las distintas organizaciones del sector minero para hacer un frente común a la problemática de esta industria?
He trabajado por muchos años en el sector y ahora que me encuentro al frente de la Cámara Minera de México, no deja de sorprenderme, de forma muy positiva, lo increíblemente diverso en facetas que es el gremio minero. Hemos mantenido una comunicación estrecha y grupos de coordinación con el sector, para que cada uno desde su objetivo y razón de ser trabajemos juntos para impulsar una minería responsable en México. Muchos de estos grupos abordan temas técnicos, medioambientales, de tecnología, comunitarios o sociales, colaborando con organizaciones que se dedican a estos aspectos de forma ejemplar.
Algunos ejemplos destacados incluyen Women In Mining (WIM), una asociación que promueve la inclusión y la pluralidad en nuestros equipos de trabajo, buscando que el rol de la mujer sea respetado y mejor representado en la industria. También está la Asociación de Ingenieros, de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM), organismo que agremia a todos los profesionistas del sector. El Colegio de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (CIMMGM), por su parte, reúne a ingenieros más cercanos a la academia y cuyas aportaciones son siempre de gran valor. Además, existen los clústeres mineros a nivel estatal que agrupan a la proveeduría para desarrollar cadenas de valor productivas que apoyan a la minería; sin olvidar el trabajo de las universidades y las diferentes organizaciones editoriales que difunden las actividades de esta industria.
Fuera del sector minero, la CAMIMEX ha logrado vincularse con diferentes organizaciones como los organismos cúpula: la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN) y el Consejo Coordinador Empresarial (CEE). Además, hemos buscado acercamientos con organismos internacionales de sustentabilidad en otros países. La finalidad es recibir una retroalimentación para mejorar el desempeño de las empresas mexicanas.
La Cámara Minera de México colabora estrechamente con todos estos grupos porque, al final, todos nos beneficiamos del crecimiento y desarrollo de la minería, lo que se traduce en un aumento en la producción. En este sentido, el objetivo de la CAMIMEX es fomentar una mayor unidad que impulse a mantener una actividad minera sustentable, cercana con sus colaboradores, respetuosa con el medio ambiente y, también económicamente viable.
¿Se han dado a conocer de la mejor forma -por parte del sector minero- las buenas prácticas en materia de sustentabilidad que se llevan a cabo en esta industria?
Definitivamente sí, hemos hecho bien las cosas. No hay mejor manera que predicar con el ejemplo. En la CAMIMEX, una vez al año, a través de nuestros foros de prensa invitamos a un grupo de reporteros a conocer una operación minera y la experiencia ha sido muy enriquecedora porque todos ellos se sorprenden de forma muy positiva al ver de primera mano los altos estándares que se manejan en todas las operaciones y de forma muy puntual, el cuidado en la integridad de los trabajadores.
Además, en un ejercicio de total transparencia y en nuestro compromiso con la sociedad y el medio ambiente, publicamos anualmente nuestro Informe de Sostenibilidad. Este informe detalla las acciones y avances de la industria minera afiliada a la CAMIMEX en su compromiso económico, social y ambiental, permitiendo a la sociedad conocer el impacto positivo que estamos generando y cómo trabajamos continuamente para mejorar.
No obstante, debemos esforzarnos aún más para convencer a un mayor número de personas. Es fundamental que la población tenga acceso a información veraz sobre la producción de minerales en México, respaldada por datos concretos. Si tenemos una población informada, educada, consciente de la relevancia de la actividad minera, será más difícil que las campañas tendenciosas de desinformación permeen.
Al respecto, en la CAMIMEX hemos estado trabajando desde hace algún tiempo en la implementación de nuevas estrategias de difusión que muestran de un modo sencillo y cercano cómo los ciudadanos se benefician directamente de nuestras actividades. Esta campaña de difusión y promoción del sector puede verse ya en algunos autobuses de pasajeros, en el metro y en el aeropuerto de la Ciudad de México.
La imagen distorsionada de la industria minera no es una situación específica de México, es un fenómeno que se observa a nivel mundial. Es un hecho que la actividad industrial pesada está un tanto estigmatizada, por decirlo de alguna forma. Un claro ejemplo de las distorsiones que suceden con un pueblo mal informado, es la decisión de Alemania de cancelar sus plantas nucleares, una medida tomada con un profundo desconocimiento de lo que este tipo de tecnología puede lograr.
Por nuestra parte, debemos redoblar los esfuerzos para que la gente en todos los ámbitos entienda de dónde provienen los dispositivos que utilizamos en casa, en la oficina, en la industria. Debe entenderse que la calidad de vida que hemos logrado como seres humanos no se concibe sin la minería. Solo en México, 130 millones de habitantes no tendríamos acceso a carreteras, hospitales o escuelas o infraestructura eléctrica -y podría seguir enumerando muchos más- que son posibles gracias a esta milenaria actividad.
¿Cuáles son los objetivos que se ha fijado o su visión de las necesidades del sector minero en los próximos años de su gestión?
Actualmente, México atraviesa una transición política importante, es cambio de sexenio, lo que conlleva nuevos nombramientos en todas las dependencias de la administración pública, incluidas las autoridades que nos regularán en los diferentes aspectos de la actividad minera. Sin lugar a duda, la CAMIMEX -como representante de la industria minera en el país-, tiene el objetivo prioritario de acercarse a las nuevas autoridades y construir una relación propositiva, de creación de valor. Queremos aportar al proyecto de la presidenta Sheinbaum, demostrando que la industria minera mexicana es esencial para lograr una economía sólida y de pleno crecimiento desde las regiones más remotas hasta los centros urbanos de la nación.
Otro de los retos que nos hemos planteado es lograr un diálogo efectivo con el poder legislativo. Nos proponemos marcar una agenda legislativa propositiva, que no solo promueva el sector, sino que además contemple las complejidades técnicas de la minería.
Y el tercer reto, insisto en lo que ya comenté, es que en el sector minero necesitamos predicar con el ejemplo de las mejores prácticas. Nuestro desempeño a nivel empresa ya es de excelencia, pero es una tarea que nunca acaba y que debe seguirse promoviendo. Para ello es indispensable facilitar a los miembros de la Cámara con más y mejores herramientas. Un ejemplo de esto es el reciente convenio firmado con la Asociación de Minería Canadiense, que permite que los miembros de esta Cámara puedan adherirse al programa Towards Sustainable Mining (TSM). El Convenio abarca diversas dimensiones relacionadas con el tema de sustentabilidad; buscamos ante todo, mejorar aún más el alto estándar que hemos logrado en materia de operaciones seguras, limpias y que sigan generando valor compartido con nuestros grupos de interés.
Según datos de la CAMIMEX, se prevé en 2024 una inversión en el sector de poco más de 5 mil millones de dólares, ¿esta inversión es a proyectos ya existentes o presupuestados o a nuevos proyectos?
Es una combinación de ambas, aunque existe la posibilidad de lograr proyectos adicionales y una parte de eso tiene que ver con proyectos ya existentes. Actualmente se tiene un registro de 6,400 millones de dólares que podrían generar más de 50 mil empleos y que están detenidos por permisos ambientales. La gran mayoría de este capital sería invertido por empresas Mexicanas y en menor medida por canadienses o estadounidenses. Como Cámara, es una prioridad impulsar el diálogo con las autoridades para que estas inversiones puedan detonarse y seguir generando bienestar para nuestro país.
Recuento breve de los logros de La CAMIMEX a lo largo de más de 100 años de historia. Principales logros:
Indudablemente, tenemos muchas razones para sentirnos orgullosos. Como mencioné anteriormente, los avances que hemos logrado en materia de índices seguridad son muy satisfactorios. Los miembros de la Cámara han alcanzado cifras envidiables en comparación con muchas otras naciones. Además, a través de la Comisión de Seguridad de la Cámara, estos controles dentro de las empresas se miden con todo el rigor de manera estricta.
Otro logro es el reciente Informe de Sostenibilidad. Este informe es solicitado por los inversionistas nacionales e internacionales que desean conocer entre otros indicadores, el desempeño ambiental, social y económico del sector. Aquí quiero destacar el excelente trabajo realizado por el equipo de la Cámara y la Dirección General al generar un reporte muy completo para toda la industria mexicana, mismo que se ha convertido en el punto de referencia para consultar datos duros y fidedignos del sector. Próximamente, se dará a conocer la quinta versión del Informe de Sostenibilidad y es evidente que este tipo de trabajo ha logrado promover mejores prácticas entre nuestros miembros.
Finalmente, deseo abordar el tema del crecimiento en los índices de desarrollo social en más de 212 municipios y 690 comunidades donde estamos presentes en todo el país. Las empresas agremiadas han logrado un relacionamiento comunitario propositivo y participativo, lo cual se ha fortalecido a través de diversas comisiones de trabajo. Desde hace muchos años, la Cámara elabora un manual de mejores prácticas que comparte experiencias y casos exitosos en las diferentes comunidades.
Sus mayores satisfacciones en el ámbito profesional?
Me parece que cada etapa de trabajo trae consigo retos distintos. Me siento afortunado de haber tenido una experiencia amplia y diversa. He desarrollado proyectos desde su aspecto técnico, profundizando en temas de sustentabilidad, medioambiente y comunidades. También he trabajado de cerca en el desarrollo de proyectos de energía renovable, donde tuve la oportunidad de involucrarme en cuestiones financieras. En general, puedo decir que mi trayectoria ha sido muy gratificante.
Por otro lado, es cierto que también han habido momentos muy complicados, especialmente en el ámbito financiero, donde se tomaron decisiones difíciles debido a la fuerte volatilidad de nuestra industria. Dependemos de precios internacionales y de un tipo de cambio en el que no tenemos control. Nuestra industria ha pasado por ciclos muy duros, sin embargo, al final siempre hemos logrado salir adelante.
En conclusión, todo lo que he vivido en esta industria se ha convertido en un fuerte aprendizaje y en un crecimiento personal constante en todos los sentidos.