Lic. Ana López Mestre
Country Manager, Newmont México
¿Cómo llegas a ocupar el cargo de Country Manager en Newmont México?
Hace algunos años cuando era directora de American Chamber Mexico, Newmont -como empresa de capital americano- se acercó para afiliarse y participar más activamente en esta comunidad binacional de negocios (debo destacar que gran parte del valor de este organismo es la variedad de industrias que lo conforman), y aunque inicialmente la relación fue a distancia con motivo de la pandemia, fue muy enriquecedor que una empresa minera tuviera el interés de formar parte activa de AmCham, porque en ese momento no teníamos afiliada a ninguna minera, que tradicionalmente participan más con la Cámara Minera de México o con la propia AIMMGM, organismos con una visión muy consolidada de la minería.
La agenda de AmCham tiene que ver con una visión regional de oportunidades de negocio enfocada en Norteamérica, con temas de responsabilidad social y de estado de derecho, lo cual empata con la visión de negocio de Newmont. Más adelante, por cambios internos se abrió la posición que hoy ocupo y me invitaron a participar en el proceso.
¿Cuál ha sido tu primera percepción del sector?
Me he encontrado con un sector increíblemente profesional, Newmont es una empresa de grandes y diversos talentos, ha sido muy enriquecedor trabajar con personas con formación profesional y cultural muy distinta, evidentemente muchos muy técnicos, pero con capacidades de primer nivel. Adicionalmente, sobresale la habilidad que tiene la empresa para integrar a todos estos profesionales, tanto de forma física en las diversas instalaciones, como de forma remota.
En cuanto a la industria, veo a un sector organizado, con una agenda clara y una representación sólida. Posiblemente, si no formas parte de la industria es muy difícil establecer contacto de primera mano, y en este sentido destaca el trabajo de la Cámara Minera de México (Camimex) de organizar a las empresas formales, proponer mejoras constantes y recabar información de todas las empresas, lo que nos ayuda a tener un diálogo permanente entre los agremiados, con las autoridades y los medios. Siendo nueva no sólo en Newmont, sino en el sector minero, valoro que me han recibido con gran apertura y ha sido un apoyo importante.
Realmente, impresiona revisar los datos duros y darse cuenta de la contribución de la minería en términos de inversión, de empleo, de infraestructura, de tecnología y los salarios del sector 37% más altos que el promedio nacional, etc.
La inclusión de las mujeres en el sector es cada vez más visible y sobre el tema, hay una gran controversia, ¿debemos manejar la equidad de género o tener cuotas de género en términos cuantitativos?
Diría que es un tema multifactorial, pero creo que el nombre del juego es talento; por otro lado, también estoy convencida de que necesitamos ser proactivos en abrir espacios genuinamente inclusivos, porque a veces no sucede de una manera natural. Yo creo más en buscar condiciones de equidad -que no es lo mismo que igualdad-, es decir, entender las necesidades de cada persona, generar condiciones en las que todos podamos acceder a oportunidades que nos permitan participar y seguir creciendo profesionalmente; si hablamos de mujeres, la diferencia la puede hacer una política de flexibilidad en el trabajo, sobre todo pensando en la etapa de crianza para los hijos; si hablamos de personas mayores, quizá la diferencia la haga el tipo de herramientas e instalaciones que faciliten realizar el trabajo.
Generar condiciones de equidad pasa por mirar al otro, por tener empatía y tratar de entender cuáles son sus necesidades, para encontrar la manera de que el espacio nos acepte a todos. Lo anterior, es un trabajo permanente, de todos los días, no es una política que se publica y sucede, es tarea de todos, auto revisarnos constantemente y ver cómo podemos ser más inclusivos desde la forma en que las empresas reclutamos, cómo integramos los equipos y cómo tomamos las decisiones.
En un sector todavía muy masculinizado como es la industria minera, constantemente se escucha la frase “tengo que demostrar” o “debo demostrar”, ¿es correcto? ¿Qué opinas al respecto?
Hay una creencia generalizada en este sentido, sin embargo, Newmont no es una empresa en la que esperen que demuestres más por ser mujer, es una empresa que tiene muy bien integrado a su estrategia de negocios el tema de la diversidad, no sólo de género, si no en general. Cuando trabajas con personas de edades diversas, de culturas o de idiomas diversos, me habla de una empresa que está lista para conjugar, reunir y aprovechar una diversidad de talento muy rica, que desde luego incluye la participación de las mujeres.
Ahora, me parece que como mujeres nos toca revisar nuestras creencias y decidir si nos estorban o nos ayudan a crecer, en lo profesional y en lo personal. En este camino por abrir espacios que tradicionalmente han sido más de hombres o hay poca representación de mujeres, a veces nosotras mismas creamos esta necesidad de probarnos constantemente y nos cuesta más trabajo de pronto decir “no sé” o pedir ayuda, en mi experiencia tener una red de apoyo –de hombres y de mujeres- hace la diferencia.
¿Cómo describes la agenda de sustentabilidad de Newmont México?
Newmont tiene cinco valores corporativos con los cuales opera en México y en el mundo y son seguridad, integridad, sostenibilidad, responsabilidad e inclusión. Es una empresa que entiende que todo lo anterior es una parte fundamental del negocio, no es una agenda accesoria, es un área sólida con una agenda muy bien consolidada que tiene que ver con la convicción de incidir positivamente en la vida de las personas haciendo minería responsable y sostenible, así se define el propósito de esta empresa. Hay un compromiso muy visible desde los niveles más altos de la empresa en este sentido, que se traduce en desarrollo social, económico, educativo y medioambiental en las regiones en las que operamos.
Sobre la reducción de las emisiones de carbón ¿qué es lo que está haciendo Newmont?
Los estándares de Newmont son muy claros y hay un trabajo constante para reducir las emisiones y anticiparnos a reparar el impacto que tiene la actividad de la mina. Se planea que en el año 2030 haya una reducción del 32% en las emisiones absolutas y para el 2050 se alcance el 100%.
Cuando se habla de la agenda de energía renovable y el compromiso de las empresas -Newmont entre ellas- para reducir sus emisiones de carbono, es clave que podamos garantizar el acceso a energías limpias. En este sentido, México cuenta con el potencial para convertirse en un hub a nivel regional de energías limpias, porque tiene condiciones muy favorables.
En la parte de la implementación, también para las empresas el reto es grande porque implica destinar recursos y competimos constantemente para traer inversión a México.
¿Cómo se considera en Newmont los temas de capital humano y desarrollo de talento?
Son temas centrales porque no se podría entender el éxito y la sostenibilidad del negocio sin el pilar del talento. Para mí ha sido muy interesante constatar lo que implica operar -en términos de capital humano- una mina como Peñasquito, porque es una dinámica de trabajo muy diferente a la de una empresa ubicada en una ciudad. Lo que he visto apenas me he incorporado a Newmont, es el compromiso que hay con la mejora continua, sustentado en acciones, recursos, políticas claras enfocadas a crear las mejores condiciones posibles para las personas que trabajan en la mina, y no solamente en términos salariales (el promedio de la industria es 37% superior al promedio de otros empleos mejor pagados) si no de calidad de vida.
A los pocos días de llegar a la empresa tuve la oportunidad de visitar Peñasquito, que fue mi primera experiencia en esta actividad. Durante esta visita usé el mismo uniforme, comí y dormí igual que todo el personal y debo decir que me sentí muy orgullosa porque encontré una enorme congruencia entre lo que se dice y lo que se hace en la práctica. Por ejemplo, si la prioridad de la empresa es la seguridad de sus colaboradores, y provee efectivamente todo lo necesario para que te sientas seguro de forma integral, desde contar con el equipo adecuado, las instalaciones, la capacitación constante, las certificaciones, etc., Newmont es una empresa que va más allá de los estándares de ley en todo y constantemente está trabajando en revisar que no haya signos que pudieran ser excluyentes, al mismo tiempo que promueve los valores de la empresa, porque al final el gran reto es poder llevar nuestros principios del papel a la realidad, lo que significa lograr que una comunidad de 2,800 personas viva inmersa en esa cultura de mejora y crecimiento constante.
Cuáles son los montos y destinos de la inversión social que realiza Newmont?
Newmont tiene un área muy importante de relaciones comunitarias, nuestra zona de influencia abarca 25 comunidades en las que viven aproximadamente 5 mil personas. Estamos hablando de comunidades mayormente marginadas que tienen muchos retos en materia de educación, salud y empleo. Para nosotros esto representa la oportunidad de trabajar de la mano con las comunidades y las autoridades locales y generar oportunidades para todas estas familias zacatecanas. En los últimos 3 años destinamos 150 millones de pesos a la estrategia de inversión social comunitaria, participativa, inclusiva y basada en derechos humanos a través de 9 iniciativas:
Programa de becas; Programa de escuelas de excelencia; Activa tu comunidad; Gestión de innovación social; Peñasquito, puertas abiertas; Celebración de fiestas y tradiciones; Regreso a clases seguro; impulso a la producción rural y Programa para el manejo de residuos.
Estos programas continuamente brindan apoyo a las comunidades. En educación, por ejemplo, tienen que ver con becas y desarrollo de talento en todos los niveles; hace algunas semanas, renovamos por sexto año consecutivo un convenio con la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) para apoyar la educación a nivel superior; en educación básica se apoya a las comunidades con temas de proyectos productivos; trabajamos temas de infraestructura, de biodiversidad, etc. Es fundamental que la vinculación con la academia sea muy cercana para que la demanda de necesidades, no sólo de Newmont, sino de la industria en general, pueda tener eco en la currícula de la universidad y que los jóvenes que cada año se suman al mercado laboral puedan tener oportunidades de trabajo.
¿Cuáles son las expectativas de crecimiento de Newmont en el país, en términos de producción o de inversión?
Las expectativas siempre son las mejores, yo creo que el compromiso de Newmont es un compromiso de largo plazo con la operación que tiene en Zacatecas y la visión es muy clara, continuar creciendo en México enfocados en el desarrollo sostenible de nuestro proyecto y de las comunidades aledañas al mismo.
Un tema en el que se ha trabajado desde hace muchos años en el sector es mejorar la imagen que se tiene de la minería, ¿Qué debería hacerse al respecto? ¿Cómo mejorar la percepción de la población en general?
Definitivamente hay una gran área de oportunidad, porque la minería es parte esencial de todas las industrias, sin embargo, en el imaginario colectivo no hay una visión clara del papel que tiene esta actividad en la vida de cualquier persona, como el consumo de electrónicos, medicinas y de una serie de productos y servicios que se requieren en la vida diaria.
En el sector conocemos la contribución de la minería a 690 comunidades, especialmente en las más inhóspitas, en las que se generan oportunidades de vida, de desarrollo y crecimiento, tanto en lo individual como a nivel comunitario con beneficios muy tangibles. Explicar e informar sobre esta actividad es algo que podemos hacer todos los días, es un trabajo permanente de relacionamiento, porque hay un gran desconocimiento de la minería. Al final, creo que nos ha faltado tener acercamientos más allá de nuestra propia industria para hablar de lo que la minería representa para México, porque somos un país minero.
Por otro lado, un actor clave en el tema son los estudiantes, cada año en México 2 millones de jóvenes se incorporan al mercado laboral y muchos de ellos se quedan sin la oportunidad de estudiar o de tener un oficio. Existe una gran oportunidad para que estos jóvenes apuesten por carreras técnicas o relacionadas con la minería, sería una forma de vincularnos con otros públicos.
¿Cuáles son los retos de Ana López Mestre como Country Manager de Newmont México?
Como lo mencionaba líneas arriba, Newmont busca incidir tanto dentro como fuera de la propia empresa y eso es algo que yo comparto plenamente, creo que las empresas tenemos la posibilidad de ser agentes de cambio de forma muy significativa, tanto con sus colaboradores, como con las diferentes partes interesadas. Ser Country Manager de Newmont Mexico es una oportunidad de crecimiento y de aprendizaje que valoro y agradezco.
No vengo del sector minero y por ello me llamó la atención que me invitaran a participar, pero hace sentido ahora que he visto como la empresa integra el trabajo de tanta gente talentosa y con experiencia en las diferentes áreas. Esto me habla de la apertura de Newmont y su capacidad de sumar talentos diferentes, de buscar una visión que no necesariamente sea exclusiva del sector, es decir, una perspectiva distinta. Mi experiencia tiene que ver mucho más con una agenda de negocios y no de una industria en particular, mi aportación a Newmont es una visión fresca y un inmenso deseo de aprender la relevancia y significado de esta industria en el país, que es un detonador natural de desarrollo.