MENSAJE DEL PRESIDENTE
Estamos en momentos de cambio.
Por un lado, acabamos de vivir una intensa jornada democrática el pasado 2 de junio, en la que las y los mexicanos renovamos a nuestros dirigentes y, en un hecho histórico, fue elegida la primera mujer Presidenta de México, la doctora Claudia Sheinbaum.
Confiamos en que la nueva titular del Poder Ejecutivo valore a la industria minera como uno de los eslabones más importantes de muchas industrias; que apoye en la formalización de un marco jurídico que dé certeza a los inversionistas y que restaure el Fondo Minero para beneficio exclusivo y directo de las comunidades vecinas a las actividades mineras. Estos son algunos de los temas que hemos externado a los representantes de todos los niveles de gobierno.
Desde la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México hemos alzado la voz para decir que en este sexenio la minería no fue comprendida: hemos sido vistos más como un enemigo que como pilar del desarrollo. La gran vocación minera de nuestro país fue soslayada.
Las empresas mineras han tenido problemas para la obtención de permisos, tanto de la Secretaría de Medio Ambiente como de la Comisión Nacional del Agua, principalmente. Por esa razón, las operaciones en las minas se vieron afectadas y se tomaron medidas emergentes para seguir operando, esto ocasionó un costo mayor en la producción, pero no dejamos de trabajar; a veces, con el apoyo de los gobiernos de los estados, pudimos desarrollar y laborar en donde hubo oportunidad de obtener dichos permisos.
Lo hemos manifestado en reiteradas ocasiones: queremos un diálogo coincidente y permanente entre todos los actores. No queremos privilegios, sino ser escuchados.
Internamente, estamos viviendo también el proceso de renovación de la dirigencia de nuestra Asociación, la cual conducirá los destinos de nuestro organismo durante los próximos dos años. En una contienda electoral inusitada, tres planillas buscan el voto de los socios. Esto es una noticia alentadora, pues refleja el interés y el entusiasmo de nuestros afiliados por participar. Además, es el primer paso hacia la conclusión del encargo de la directiva que encabezo. En este sentido, agradezco profundamente a los colegas que me acompañaron durante estos dos años, a quienes continúan apoyándome y a quienes decidieron separarse para participar en la contienda.
Han sido tiempos difíciles para la minería y los mineros, como lo apuntábamos líneas arriba, también para nuestra Asociación cuando vimos frustrada la realización de nuestra XXXV Convención Internacional de Minería debido al paso del Huracán Otis. La convención que había sido preparada, durante casi un año, con las mejores conferencias y una exhibición de maquinaria y equipo dignos de nuestra comunidad.
Otros frentes de trabajo sí llegaron a buen puerto: logramos activar los Distritos de Media Luna y Los Filos en Guerrero, así como Cananea y Nacozari en Sonora y Fresnillo en Zacatecas, alcanzando los 3,547 miembros, un registro, en definitiva, alentador para un año en el que no celebramos nuestra convención. Cerramos con un gran evento, el Foro “Retos de la Minería Mexicana”, el cual, sin la colaboración de las organizaciones hermanas: CIMMGM, CAMIMEX, CANCHAM y WIM, no hubiésemos llevado a cabo con gran éxito. Derivado de ello, promovimos la retransmisión de los paneles, vía internet, para que la comunidad tenga la oportunidad de verlos.
No puedo dejar de reconocer la labor realizada por el Comité de Damas de nuestra Asociación, que logró mantener el apoyo a los becarios y promover la capacitación. Gracias a mi señora esposa, Concepción Cortés de Vázquez, por su dedicación y perseverancia.