¿Está usted en su nivel de incompetencia?

Por: Juan Manuel González C.

“En Una Jerarquía, todos tendemos a ascender hasta nuestro nivel de incompetencia”.
Lawrence J. Peter

La primera presentación pública del Principio de Peter se realizó en un seminario hace 64 años, si bien el libro correspondiente fue lanzado al mercado en febrero de 1969. El Principio de Peter, de Lawrence J. Peter, establece que “en una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta alcanzar su nivel de incompetencia”. El término “jerarquía” fue empleado originalmente para describir el sistema de gobierno de la Iglesia por medio de sacerdotes escalonados en grados. El significado actual comprende a toda organización cuyos miembros o empleados se diferencian por orden de rango, grado o clase.

El Dr. Peter se preguntaba por qué tantos puestos importantes son ocupados por individuos incompetentes para desempeñar los deberes y responsabilidades de sus respectivas ocupaciones -estudios demuestran que, al seleccionar gerentes, las empresas solo aciertan en un 20%-, y analizando muchos casos, con el tiempo vio que todos tenían una característica común: el empleado había sido promovido de una posición en donde era competente, a una posición en donde ya no lo era. El ejemplo típico que Peter usaba para explicar su principio era el de un trabajador competente que fue ascendido a supervisor y que mostraba excelentes resultados en el nuevo puesto; tiempo después fue ascendido a jefe de supervisores, también con éxito. Cuando posteriormente fue ascendido a gerente, los malos resultados no se dejaron esperar, había alcanzado su nivel de incompetencia y ya no obtendría más ascensos, seguiría en ese puesto hasta el final de su carrera.

Algunos empleados alcanzan su nivel de incompetencia en puestos muy bajos, o nunca son ascendidos. Otros lo alcanzan después de un solo ascenso. El Principio de Peter aplica para todos, obreros, empleados y profesionistas.

También debería aplicar a los políticos, más allá de sólo ganar por votos o por representación proporcional, ¿Qué filtros debería haber para asegurar que los representantes populares sean competentes en su puesto? De igual manera que en las empresas se aplican pruebas a los candidatos a ocupar un puesto, los políticos deberían cumplir ciertos criterios que definan su capacidad y el tipo de resultados que pudiéramos esperar. Sería ideal que existiera un simulador político semejante a los simuladores de vuelo, para someter a los candidatos a puestos públicos a situaciones que simulen la vida real, a fin de evaluar sus reacciones y decisiones.

¿En dónde radica la causa de la incompetencia? Algunas personas culpan a las escuelas y universidades, un ateo culpaba a las Iglesias, un eclesiástico culpaba a la radio, a la televisión y al cine. Hay muchas explicaciones diferentes y en estos casos, una multitud de explicaciones diferentes, es tan mala como la ausencia de toda explicación.

La incompetencia ocupacional se encuentra en todas partes, probablemente todos nos hemos dado cuenta, está en todos los niveles de todas las jerarquías políticas, legales, educacionales y empresariales. El profesor que no da clases con calidad, el mecánico que no repara bien los coches, anuncios redactados por administradores cuyos propios escritos administrativos resultan lamentablemente confusos, el juez corrupto, el abogado incoherente, el escritor que no sabe escribir, políticos indecisos, burócratas a quienes lo que menos les importa es servir. Podemos encontrar ejemplos similares en cualquier jerarquía. Vea a su alrededor en su trabajo, observe a las personas que han alcanzado su nivel de incompetencia, en toda jerarquía la nata sube hasta que se corta. Mírese al espejo y pregúntese si está en situación de incompetencia.

Como lo mencioné antes, todos los casos de incompetencia ocupacional tienen una característica común: el empleado ha sido promovido de una posición de competencia a una posición de incompetencia. Tarde o temprano, esto puede sucederle a cualquier empleado en cualquier jerarquía.

Después de la primera publicación del libro de Lawrence J. Peter, se recibieron muchas solicitudes de qué hacer contra la incompetencia, todas las peticiones encajaban en dos grupos generales: 1) ¿Qué puedo hacer para ascender y evitar llegar a una posición de incompetencia? 2)  En mi calidad de empresario, ¿cómo puedo mantener a mis empleados en su adecuado nivel de competencia?

Peter respondió las preguntas en su libro “Las Fórmulas de Peter”, en este libro revela que el verdadero progreso se logra avanzando, no permaneciendo en la incompetencia, y que el camino que conduce al verdadero éxito lo tenemos delante de nosotros y que se alcanza creando una vida mejor, en vez de trepar hasta la total incompetencia.

Este segundo libro está dividido en tres partes: a) la noria de la incompetencia (para aumentar el conocimiento del Principio de Peter), b) proteja su competencia (cómo ser creador y competente) y c) actúe en favor de la competencia (cómo incrementar la eficiencia y la competencia como gerente). El Principio de Peter y Las Fórmulas de Peter, dos libros que continúan vigentes.

Myron Tribus (teórico organizacional norteamericano) describe cuatro niveles de competencia, que son en realidad señalamientos en un sendero continuo e interminable de aprendizaje:

  1. Incompetencia inconsciente, no sabemos que somos incompetentes.
  2. Incompetencia consciente, sabemos que somos incompetentes.
  3. Competencia consciente, sabemos que somos competentes.
  4. Competencia inconsciente, hacemos las cosas bien sin tener que pensar en ello.

¿Sabemos en cuál de los cuatro niveles nos encontramos?

Fuentes de referencia: 

Lawrence J. Peter, El Principio de Peter, Las Fórmulas de Peter. Libro Lo que no enseñan las universidades, JMGC.