La brecha de salud de la mujer. Un trillón
Por: Juan Manuel González C.
La salud de la mujer se define holísticamente: Desde que nace, su adolescencia, sus años de trabajo, el retiro y su tercera edad. No es solo la salud sexual y reproductiva. La salud de la mujer cubre cualquier condición diferente, desproporcionada o única. Un análisis realizado mostró que la vasta mayoría de la carga de salud de la mujer está asociada con condiciones que no son solo de la mujer.
Es un mito considerar que por el hecho de que la mujer vive mas que el hombre, por ello es más saludable. El estudio también muestra que, aunque la mujer vive más que el hombre, pasa 25% más tiempo en promedio, con problemas de salud comparada con el hombre. Que la diferencia de salud sucede en los últimos años de vida, también es otro mito. La mayor parte de los problemas de salud de la mujer se presenta durante sus primeros años de trabajo.
Existen cuatro causas que contribuyen a la brecha de salud de la mujer: La ciencia relacionada con la salud de la mujer, niveles y tipos de cuidado que se le da a la mujer, comparada con el hombre, la inversión en la salud de la mujer y los datos asociados a la salud femenina.
La ciencia es la que más contribuye a esta brecha de salud por su persistente apreciación de diferencias basadas en el sexo. Por mucho tiempo, la ciencia ha considerado a la mujer como un hombre pequeño. La mujer inició su participación en pruebas clínicas a escala, solo desde 1993. Como resultado, no se cuenta con suficientes datos y evidencias para entender cabalmente las diferencias basadas en el sexo, cómo se manifiestan y las implicaciones que tienen para determinar el tratamiento a fin de obtener óptimos resultados.
Las enfermedades cardiovasculares mortales son las número uno en la mujer. Esas condiciones cardiovasculares se manifiestan de diferente forma en el hombre y en la mujer. Por ejemplo, los ataques cardíacos, la mayoría de las personas piensan que durante un ataque cardíaco se presenta presión en la parte izquierda. Pero lo que manifiestan muchas mujeres que sufren un ataque es una sensación de malestar general y nauseas. Como resultado, la mujer se presenta en urgencias y muchas veces, quien la atiende no ha recibido entrenamiento adecuado para interpretar que el ataque cardíaco se está manifestando de forma diferente a la que presentan los hombres. Los síntomas de la mujer han sido minimizados o ignorados y como resultado, han sido enviadas a casa en lugar de darles el cuidado necesario.
En cuanto a la inversión en salud de la mujer, la investigación revela que se invierte menos del 5% en investigación y desarrollo en la salud de la mujer, y la mitad de ese porcentaje está relacionado con oncología. Si se revisan otras condiciones como la endometriosis – enfermedad en la que, en la parte exterior del útero, crece un tejido similar a la mucosa interior del útero que puede causar un dolor intenso en la pelvis y dificultar que se consiga un embarazo, se presenta en una de cada diez mujeres-, el total gastado en investigación y desarrollo es menos del 2%.
Existe una oportunidad económica muy significativa si se logra abatir esta brecha de salud. Si lo vemos globalmente, significa un trillón de dólares en PIB alrededor del mundo para el año 2040, con ello, se añadirían 7 días más de vida saludable por cada mujer, por año. La cifra de dólares es porque la carga de salud de la mujer ocurre principalmente en los años de trabajo, cuando la mujer es económicamente más productiva.
La cifra impresionante de un trillón de dólares es una oportunidad económica global equivalente a 137 millones de mujeres en puestos de trabajo de tiempo completo para el año 2040, un increíble aumento de la fuerza de trabajo femenina y de la economía.
Las áreas de la medicina para la mujer que tendrían un mejor Retorno de la Inversión (ROI, en inglés), serían las relacionadas con endometriosis; la menopausia es otra área en donde hay más interés, pero todavía hay muy poca inversión. Las enfermedades cardiovasculares, desórdenes depresivos, problemas mentales, condiciones de autoinmunidad y migrañas.
Actualmente, la diagnosis de la endometriosis toma entre diez y treinta y cinco años y esto es inaceptable. Hay jovencitas que se quejan de molestias y les dicen “lo que pasa es que no quieres ir a la escuela”. No, ellas están sufriendo; esta enfermedad se presenta en los años de la educación secundaria y continua en los años productivos.
¿Qué podemos hacer? ¿Qué pueden hacer las organizaciones y las personas y cuáles son algunas de las soluciones que se pueden implementar para cerrar la brecha?
Cerrar la brecha en la ciencia nos llevará a una mejor colección de datos reales, y los mejores datos, tarde o temprano nos llevarán a mejores fundamentos y mejores inversiones para diferentes tratamientos.
Por otra parte, la brecha inicia desde la escuela de medicina. Cómo se le está enseñando a la siguiente generación de médicos. ¿Cómo se está atacando la brecha? Cómo suceden diferentes experiencias de cuidados, basados en el género del paciente o del médico? Responder a estas preguntas nos llevará a entender mejor cómo cerrar la brecha sistemáticamente.
Esta situación no es solo concerniente a quienes están en el sector salud, todos tenemos una acción a desempeñar. Por ejemplo, los empleados deberían de preguntarse ¿Qué políticas laborales estamos estableciendo para apoyar la salud de las mujeres? ¿Qué beneficios estamos implementando para apoyar a las mujeres que inician o están en la menopausia?
Es de reconocerse que, en las escuelas de medicina, como parte del currículo académico se está enseñando a las nuevas generaciones de médicos acerca de las diferencias basadas en el sexo y cómo se manifiestan, y esto está incorporado en el apoyo de herramientas de decisiones clínicas que se usan.
Fuentes de referencia: McKinsey & Co. Instituto de Salud McKinsey, Lucy Pérez. Líder afiliada del Instituto de Salud McKinsey.