Cómo prosperar cuando todo se ve terrible
Por: Juan Manuel González C.
Estamos rodeados de noticias negativas a donde sea que vayamos. Las noticias que leemos o escuchamos, las redes sociales a las que nos conectamos y las conversaciones en las que participamos. Absorbemos estrés de nuestros familiares, amigos y compañeros de trabajo. Y esto nos pasa factura.
Existe en los Estados Unidos una plataforma en internet llamada The Mighty (La Poderosa) compuesta por la comunidad más grande del mundo de personas interesadas en temas de salud. The Mighty ha entrevistado a mas de 70 mil personas desde el pasado mes de marzo para conocer su percepción y experiencias con respecto a la pandemia del coronavirus.
En septiembre los entrevistados indicaron las tres principales emociones que experimentaban por la pandemia: frustración, preocupación y enojo. El número de personas que han señalado el enojo como una de las tres principales emociones que han experimentado, ha aumentado más del doble desde marzo, de 20% a 45%.
La negatividad puede tener efectos muy tóxicos, las investigaciones de la Universidad de Georgetown indican que las personas claudican, avientan la toalla cuando son expuestas a negatividad o rudeza extremas, ambas condiciones afectan nuestra memoria de trabajo y disminuye nuestro rendimiento y tendemos a retirarnos, dejar de comunicarnos y dejar de ser útiles a los demás. Afortunadamente, las mismas investigaciones concluyen que existe una manera de contrarrestar los efectos de la negatividad, le llaman prosperidad -estado psicológico en el que las personas experimentan un sentido de vitalidad y aprendizaje-. Las personas “prósperas” se energizan, se desarrollan y crecen en lugar de mostrarse ansiosos, deprimidos, agotados o estancados. Además, este tipo de personas son más saludables, más resilientes, más capaces de enfocarse en su trabajo; se alejan del estrés, las distracciones y la negatividad.
Una parte de este estudio analizó seis empresas de seis tipos de negocios y determinó que los empleados altamente caracterizados como “prósperos” demostraron 1.2 veces menos agotamiento, 52% más autoconfianza y muy poco propensos a dudar de si mismos, de ser negativos o de distraerse.
Entonces, ¿Cómo podemos aumentar nuestra prosperidad, especialmente cuando sentimos que estamos rodeados de negatividad? Aquí las sugerencias de The Mighty:
Evite la negatividad, ponga atención a lo que ingiere de los demás. Que información escoge o lee, a que redes se conecta, que música escucha, con quien pasa su tiempo, a quienes frecuenta. La negatividad, si la hay, se filtra por nuestros poros en todo lo anteriormente mencionado. Haga sus elecciones y aléjese de la negatividad para acercarse a la prosperidad.
Tenga mucho cuidado con lo que dice en voz alta. El lenguaje negativo es particularmente insidioso y potente. Sea cauto con lo que está pensando y diciendo. Lo que decimos en voz alta, es diez veces más perjudicial para nuestro sentido de prosperar si verbalizamos un pensamiento que si solo lo pensamos.
Adopte una mentalidad proactiva. Los pensamientos negativos y las preocupaciones nos alejan de nuestros objetivos. A largo plazo, el pensamiento negativo repetitivo está asociado con declive cognitivo y enfermedad de Alzheimer. También afecta a los demás porque están expuestos a nuestra negatividad. Es mucho mejor adoptar una mentalidad proactiva, centrándonos en lo que podemos controlar y lo que debemos hacer.
Practique el agradecimiento de manera consistente. Los beneficios de la gratitud son muchos. La gratitud reduce nuestro estrés, nos hace más felices y nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos. La sensación de gratitud de rutina aumenta el apoyo social que recibimos, lo que elimina aún más el estrés y sus efectos negativos. Es especialmente poderoso cuando se practica junto con la mentalidad proactiva.
Administre bien su energía. Usted puede aumentar su resistencia frente a la negatividad y animarse a prosperar haciendo ejercicio, comiendo bien y durmiendo lo suficiente, todo lo que sabemos que debemos hacer, pero a menudo fallamos cuando nos bombardean con negatividad. Cuando hacemos ejercicio, nuestros músculos bombean “moléculas de esperanza” en nuestros sistemas corporales que son buenos para nuestra salud mental y física.
Busque relaciones positivas, dentro y fuera del trabajo. La investigación de Georgetown encontró que las relaciones desenergizantes -aquellas en las que una persona posee un conjunto persistente y recurrente de juicios negativos, sentimientos e intenciones hacia otra persona- impactan mucho evitando la prosperidad. Júntese y pase más tiempo con energizantes las personas en su vida que le hacen sonreír y reír y levantan su espíritu.
Quizás no seamos capaces de detener el flujo de negatividad en nuestra vida, especialmente ahora mismo con la pandemia, pero podemos resistir sus efectos tóxicos tomando decisiones inteligentes sobre quién y qué nos rodea, la mentalidad que adoptamos y la información que consumimos.