Federico Vogel González, Juan
José Martínez Reyes, Ricardo Marín Herrera, Víctor Manuel Quezada, Elia Mónica
Morales Zárate.
Resumen
La historia de la tierra ha
quedado subdividida en tres unidades de orden mayor o eones: Arcaico (4,500
Ma.-2,500 Ma.), Proterozoico (2,500-542 Ma.) y Fanerozoico (542
Ma.-Actualidad), tomaremos para el proyecto una pequeña parte del Fanerozoico; dentro de éste nos centraremos en el
Cenozoico, desde el Plioceno al Holoceno. Creemos y estamos convencidos que
durante esta evolución cronológica,
geológica y biológica, se dieron también una serie de acontecimientos,
descubrimientos, adaptaciones y hechos, que marcaron e hicieron la historia.
Esta historia lítica y de
metales, nos muestra que si el hombre no hubiera roto aquellas cadenas que lo
ataban a su bosque nativo, el fin del mundo de la selva habría sido también su
fin, estos millones de años (Ma.) de
evolución son los que marcaron la diferencia; podemos decir que esta adaptación
mostró al ser humano como tal, se empezó a adaptar, empezó a crear, empezó a
utilizar estas primeras herramientas y marcó la diferencia.
Introducción
De conformidad con los
historiadores, los cuales dividen la ruta del hombre hasta sus asentamientos en
dos etapas: la primera es conocida como Prehistoria y la segunda denominada
Historia. En las dos etapas se encuentra estampada por un lado y muy de la mano
la Historia de la Minería.
El naturalista sueco Linneo (Carl
von Linné, 1707-1778) cuando hace su clasificación, coloca a los seres humano
en el género Homo (hombre) y situó a los gorilas, a los chimpancés y a los
seres humanos en el mismo suborden Anthropoidae (con forma de hombre), los
biólogos siguen reservando a la fecha el término Homo para los humanos y sus
parientes más próximos ya extinguidos; algunas especies más antiguas se
encuentran en el género Australopithecus (simios del sur).
De acuerdo con lo expuesto por
Aydon C. (2011), la Prehistoria se
considera a partir de los primeros homínidos en la Tierra, aproximadamente hace
unos 4 millones de años (4 Ma.) datación de los fósiles más antiguos conocidos.
Los primeros habitantes vivieron
de la depredación desde sus orígenes: Paleolítico, paso de recolector a
cazador, es aquí en donde inicia su aprendizaje, comienza a adquirir
experiencia y hacer acopio de ella. Empieza a fabricar herramientas, adquiere
el conocimiento de sus instrumentos y aprende trabajos: artesano de
herramientas, rastreador, cazador, etc.
Es importante notar que a pesar
del tiempo transcurrido de nuestros antepasados, los Neandertales nunca se
diseminaron por el mundo; es apenas unos 60,000 años atrás cuando empezó el
desplazamiento por el mundo.
Entrado el Neolítico, es también
en donde se produjeron varios cambios revolucionarios; se comenzó a producir
alimentos gracias a la práctica de la ganadería y la agricultura.
Estos cambios fueron importantes,
más no fueron los únicos, la producción de alimentos y la agricultura conformó
la forma de vivir, se produjo la sedentarización y con esto los primeros
asentamientos. Aparecieron los primeros poblados con decenas de casas y
centenares de habitantes, se dan transformaciones económicas y sociales que son
el inicio de las civilizaciones antiguas.
Como se verá, debido a la forma
de migración que presentó el humano: iniciando en Africa hace unos 200,000 años
para luego migrar a la zona de Egipto entre los 70,000-50,000 años atrás para
continuar hacia Europa aproximadamente unos 45,000 a 35,000 años atrás.
Cabe también mencionar que hace
unos 30,000 años la población mundial alcanzaba solamente 0.5 millones de
habitantes, llegando a la Edad de Los
Metales a unos 30 millones de
habitantes, y cuando se inicia la Edad del Hierro ya se tenían los 120 millones
de habitantes.
Desde el Paleolítico el hombre se
ha beneficiado de los recursos naturales y los minerales no han sido la excepción,
han contribuido a ser fuente principal para su subsistencia, evolución,
expresión cultural, religión, industria
y la tecnología actual.
El tiempo Geológico y su relación con la Historia
La historia de la Tierra
(Coeuraads R. y Koivula J., 2008) comienza en el disco de materia
protoplanetaria que giraba en torno al sol. La vastísima extensión del tiempo
geológico, que va desde la formación de la Tierra (4,600 millones de años, Ma.)
hasta nuestros días, hace que resulte un concepto difícil de ejemplificar.
La escala temporal muestra como
dividimos el tiempo geológico en eones, subdivididos a su vez en eras, períodos
y épocas; esta segmentación y subdivisión se realiza de forma jerárquica, de
mayor a menor. La historia de la tierra ha quedado subdividida en cuatro
unidades de orden mayor o eones:
Hádico: 4,600 -3,800 Ma.
Arcaico: 3,800 – 2,500 Ma.
Proterozoico: 2,500 – 542 Ma.
Fanerozoico: 542 Ma- Actualidad.
Para las determinaciones de la
edad absoluta (Vojtech T., et.al., 1990), los geólogos ocurren al fenómeno de
la radiactividad, es decir la propiedad que posee la materia de perder
espontáneamente una parte de su masa, emitiendo partículas o radiaciones
electromagnéticas. El “período” es el tiempo necesario para que la mitad de los
núcleos atómicos (la mitad de la masa del elemento considerado) se desintegre;
el cálculo de las proporciones relativas entre el elemento inicial y los
productos de emisión, permite determinar la edad del cuerpo que los contiene.
Como ejemplo, diremos para datar
un vestigio arqueológico con menos de 50,000 años, se emplea el carbono (C) 14,
cuyo período de es de 5,730 años; para
datar rocas más antiguas se utiliza el rubidio (Rb), con un período de 50 Ma.
(su residuo es el estroncio, Sr) y las proporciones relativas de Rb y Sr nos
acercan a la edad buscada.
Paralelamente a la
radiocronología, en geología también se emplea la bioestratigrafía para
determinar la edad relativa de los terrenos mediante el estudio de los fósiles
que se encuentran en las rocas sedimentarias.
De forma análoga con la escala
cronológica, que se aplica a la duración, los paleontólogos han aportado para
un período de más de 600 Ma., una escala
bio-estratigráfica que se aplica a los cuerpos rocosos; a cada unidad
cronológica le corresponde una unidad estratigráfica, en la tabla 1 se muestran
las equivalencias.
Siguiendo con el tiempo
geológico, se muestra en forma de resumen una escala cronogeológica en la que
se presentan las principales eras, nos enfocaremos a lo último del Terciario y
Cuaternario (Tabla 2).
Como se puede apreciar en la
Escala Geológica se habla de tiempos muy grandes y fechamientos con isótopos
minerales de más de un millón de años (1 Ma); la Tierra es muy antigua 4,500
Ma., y hubo miles de especies o tipos de animales prehistóricos, al paso del
tiempo especies diferentes evolucionaron y otras murieron.
Algunos creen que los verdaderos
seres humanos aparecieron hace unos 5 millones de años como sugieren ciertos fósiles encontrados
(Figura 1), los fósiles más antiguos corresponden al Austrolopithecus que vivió
en el período denominado Plioceno (5.0-2.0 Ma). Se cree también como punto de
origen de la mayor parte de especies de homínidos la región de Africa. Se cree también que
debió existir una sincronía muy marcada en la evolución de los homínidos y los
procesos climáticos, geomorfológicos, tectónicos y los cambios del paisaje en
el Africa antigua.
Como vemos (Tablas 2-3) la
Prehistoria abarca una pequeña parte del Plioceno – Pleistoceno; lo que
equivale geológicamente sólo a la parte terminal del Terciario (Plioceno) y el
Pleistoceno del inicio del Cuaternario. En la Tabla 3, se muestra de forma
resumida el esquema cronológico de la Prehistoria y la Historia.
Uno de los puntos que son
notorios en la evolución del hombre y que queda de manifiesto conforme avanza
el tiempo y el conocimiento es esa capacidad única que tiene el hombre dentro
de todo el reino animal de construir herramientas.
La minería en la prehistoria
Hablamos de Prehistoria el
período de tiempo desde que el hombre (evoluciona como tal) y surge en las primeras regiones de la Tierra,
de acuerdo con Rivera A. 2007, el concepto de evolución como explicación
biológica del origen de los seres vivos, es utilizado por las ciencias que
estudian la formación de las diferentes especies y su consecuente variación
conductual, la teoría explica que favorece aquellas especies que presenten un
mayor poder adaptativo y/o de supervivencia; hasta los primeros textos
escritos.
Del excelente dibujo (Figura 1)
se aprecia la evolución desde el Plioceno hace 3.2 Ma, hasta el Pleistoceno con
el Homo Erectus (1.6 Ma.).
En los siguientes esquemas se
pretende mostrar los instrumentos líticos en los inicios del Paleolítico, sin
entrar en detalle sobre los sistemas de fabricación, y el uso del utillaje,
solamente se comentará que los principales materiales líticos fueron de sílex
al parecer por la dureza del mismo y su facilidad para trabajarlo (Figura 2).
En la evolución neurológica
humana todo aumento cerebral debería justificarse con alguna mejora adaptativa,
para que la selección natural pudiera proporcionarlo.
Otro de los aspectos que hace
constar la evolución se presenta en las pinturas rupestres (Figura 3) dejadas
como testigos del proceso de las capacidades cognitivas emergentes. Pinturas del Paleolítico sobre rocas, usando
ocre como colorante.
El arte parietal o rupestre se
muestra en las pinturas y relieves con la que el hombre paleolítico decoró las
paredes de las cavernas que habitó. Los materiales utilizados como colorantes
son pigmentos naturales machacados y extendidos sobre rocas o agujeros óseos:
para el color rojo, óxido de hierro; óxido de manganeso y carbón vegetal para
los colores oscuros.
En la figura inferior (Figura 4)
se aprecia una lámina de sílex (pedernal) y una hoz del Neolítico. Se aprecian
los cortes tallados y bicelados en el pedernal, la lámina de sílex se insertaba
en la ranura de la hoz en la parte media.
El Neolítico está plasmado por
una serie de cambios que caracterizaron la historia, el paso de cazadores a la
invención de la agricultura, el pastoreo
y la ganadería marcó ese gran cambio, que también evolucionó por la
producción y almacenamiento de granos y la conformación de comunidades de
trabajo. De igual forma aquí aparecen las primeras manifestaciones de minería
subterránea con la creación de pozos y galerías para extracción de sílex.
El paso de los bosques y cuevas a
la conformación de áreas para cultivo, chozas y pastoreo en praderas, la
invención de nuevas herramientas para cultivo. La agricultura y producción de
alimentos estuvo asociada al sedentarismo de las poblaciones, la aparición de
los primeros poblados con decenas de casas y centenares de habitantes, dando
inicio a la especialización artesanal.
Estos cambios fueron posibles debido
a los cambios geológicos que se produjeron en el Plioceno, retiro del hielo,
cambio climático, formación de ríos y la
extensión de las sabanas servirían como motor de cambio.
Un claro ejemplo de la
culminación de Edad de Piedra y del trabajo colectivo es la construcción de las
Pirámides (Keops-Quefrén y Micerino) en la meseta de Guiza (2589 a.C.).
La minería en la edad de los metales
Al parecer el inicio de la
minería se centra a finales del Neolítico, iniciando con piezas pequeñas
martilladas en frío sobre cobre nativo, no son piezas propiamente fundidas.
Esto probablemente debido a la abundancia del mismo y algunas de sus
propiedades: ductilidad, maleabilidad y bajo punto de fusión.
Se ha denominado Período
Calcolítico al tránsito entre la Edad de Piedra y la Edad de los Metales
(Figura 5), el cobre fácil de trabajar tiene la desventaja de su baja dureza,
esta propiedad se mejora trabajándolo con el martillo.
El
Calcolítico se ha subdividido en las siguientes fases (Tabla 4).
El comienzo de la Edad de los
Metales adquiere importancia por la existencia de metal y su carácter
tecnológico productivo, así como por lo que sucede a nivel social. Se da paso a
una especialización artesanal, desarrollo de redes comerciales, aumento de
producción, aparición de cerámicas con formas y decoraciones concretas, puntas
de cobre, agujas, puñales, brazaletes. El cobre fácil de trabajar tiene la
desventaja de su baja dureza, esta propiedad se mejora trabajándolo con el
martillo (Figura 6).
El origen de la industria del
Bronce está en las experiencias con el cobre, el primer metal acabado y las
impurezas de los óxidos de cobre llevaron al ensayo con las aleaciones. Todo
indica que al revolucionario metal se llegó tras un largo período de
experimentación. En esta época la invención del horno Metalúrgico fue la
innovación más importante. Lo anterior debido a que se podían alcanzar
temperaturas para llegar a los puntos de
fusión de los metales (1,100 ºC).
El bronce es una aleación de
cobre (Cu) y estaño (Sn) cuando se funden juntos, la aleación resultante
(bronce) revolucionaría la fabricación de herramientas y conduciría a una mayor
fabricación de armas. El bronce no pudo utilizarse a una escala significativa
hasta que se descubrieron (Figura 5) grandes fuentes de estaño.
A finales del segundo milenio
a.C, el suministro de estaño al Mediterráneo se colapsó por la aparición de
hordas y guerras entre los pueblos; esta circunstancia y las nuevas técnicas de
metalurgia (innovación en los hornos) propicio la sustitución del bronce por un
nuevo metal conocido como hierro. El hierro pronto empezó a usarse en la
fabricación de herramientas, armas y otros instrumentos.
El sistema empleado en los
primeros tiempos de la Edad del Hierro era el uso de un horno de tipo cubeta y
la reducción de metal con carbón vegetal, que se realizaba a una temperatura
menor a la de fusión del hierro (1,500 ºC). El producto obtenido consistía en
una mezcla de hierro metálico y escoria, que obligaba a purificarlo mediante el
martillado. Con la aparición de los primitivos hornos de fuelle, se abrió la
posibilidad de la reducción parcial de los minerales de hierro. Con el hierro
carburado comienza una vertiginosa expansión por Oriente, Chipre y el Mar Egeo,
poco tiempo después será conocido y utilizado en Europa, gracias a sus
minerales y bosques.
El posterior desarrollo de la
metalurgia del hierro supone un hito de gran importancia en la generalización
del uso de los metales, que debido a la mayor abundancia y dispersión de los
minerales de hierro amplía considerablemente el espectro geográfico y social,
además de proporcionar elementos de una mayor resistencia y funcionabilidad.
En la figura 7 se aprecia los
esquemas de la Metalurgia.
Las fuentes de materia prima para
la obtención de metales (yacimientos minerales) no se encuentran repartidos
regularmente, sino su concentración se
realiza en zonas geográficas específicas debido a sus características geológicas. Este hecho dará lugar a un
intenso comercio de metales y sustancias minerales entre los centros de
producción y los centros de consumo.
Los cambios en los materiales de
minería utilizados desde la Prehistoria, pasaron de forma gradual y se fueron
modificando según se dieron las condiciones de adaptación; las primeras
explotaciones subterráneas de sílex apenas alcanzaron los 12 metros de
profundidad, mientras que las explotaciones romanas ya sobrepasan los
centenares de metros (Tabla 5):
En México las primeras
explotaciones mineras se remontan a
Monte Albán (500 a.C.) y se trabajaba principalmente obsidiana, huesos de
animales labrados, oro, jade, cristal de roca y turquesa; mientras que la utilización del hierro se trabaja a la llegada de los
españoles.
Como apreciamos, desde los inicios de nuestra sociedad siempre
nos hemos beneficiado de los recursos naturales y los minerales -como se
muestra- no son la excepción, sino que son la base de la sociedad moderna,
desde tiempos prehistóricos a la industria actual.
El Paleolítico inicia a fines del
Plioceno y se extiende por todo el Pleistoceno, siendo éste el período de
desarrollo humano más largo y el que dejó de manifiesto una gran cantidad de
restos líticos que se han encontrado.
Conclusiones
A manera de conclusión, se enlistan algunos puntos importantes:
Los cambios geológicos, climáticos que se han registrado en la
historia permitieron que el hombre se ajustara a estos cambios y dejara los
bosques.
El hombre ha sido minero desde los albores de la humanidad, desde
la producción inicial de instrumentos líticos en la Edad de Piedra a la Edad de los Metales.
Las riquezas minerales han sido una constante en toda nuestra
historia, siendo la minería una de las primeras actividades en las que el
hombre incursionó.
La Prehistoria presenta su inicio a mediados del Plioceno, fines
del Terciario, para concluir en el Cuaternario.
La mayor cantidad de instrumentos generados por el hombre que se
han encontrado son los restos líticos, mismos que propiciaron la transición a
la Edad de los Metales debido a su dificultad de extracción y ubicación de
yacimientos minerales.
Conforme se fue evolucionando, se modificaron los instrumentos y
otros nuevos fueron creados, mejorando las técnicas y las propiedades de los
mismos minerales; los usos de los diferentes tipos de minerales también evolucionaron.
Agradecimientos.
Deseamos hacer patente
nuestro sincero agradecimiento a la Revista GEOMIMET por el apoyo que siempre
nos han brindado, a la Universidad de Guanajuato y al CA de Ingeniería de
Minas, del Departamento de Ingeniería de
Minas.
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